LA MÚSICA
La
música de Boedo comenzó a hacerse conocer a través de las glorietas, de los
cafetines que, a principios de siglo, o sea en la década del ’10, llenaban los
sesenta y ocho cafés, confiterías o lo
que fueran, que adornaban la calle Boedo.
En las glorietas, fundamentalmente,
había gente que iba a cantar, ahí, por ejemplo, empezó uno de los personajes de
Boedo: Enrique Maciel, el conocido autor de “La Pulpera de Santa Lucía”, que en
su unión con Héctor Pedro Blomberg hicieron conocer obras como “La Mazorquera
de Monserrat” y “La que murió en París”,
que fuera gran éxito de Alberto
Castillo.
Otros
músicos famosos de Boedo fueron Antonio y Jerónimo Sureda,
uno de los grandes
binomios de la zona que luego formaron un trío con Homero Manzi, hijo dilecto
del barrio, creando “A su memoria”, “Ensueño” y “Valsecito de antes”.
Posteriormente los hermanos formaron un cuarteto con Cátulo Castillo y
Francisco Giacobbe, con tal éxito que llegaron a trabajar en siete radios al mismo tiempo.
Hablando de Cátulo Castillo, el hijo de José González Castillo,
recordemos que en 1926 se presentó en un famoso concurso que se hacía en el teatro Grand Splendid.
Al año siguiente Cátulo insiste y se presenta con “El circo se va”,
obteniendo el segundo premio. Esa noche, más de mil boedenses lo acompañaron al teatro a hacerle el aguante y festejar ese segundo premio.
Un
hecho simpático. En Boedo había un editor, Lotito, que solía vender las músicas
y letras que compraba por 5 pesos a los autores y que luego revendía a $ 50 a
quienes deseaban ver su nombre en alguna partitura, así que no sería raro que
muchos tangos que forman parte de la historia de Buenos Aires hayan sido
escritos por Homero y Cátulo, que, siempre cortos de dinero, vendían sus obras
al pícaro editor.
En
esta rápida recorrida a los músicos no debemos olvidar a Sebastián Piana, recordando aquella anécdota de 1922, cuando se acercó al padre de su amigo
Cátulo para pedirle que le hiciera la letra para un tango que quería presentar
en un concurso que hacía una famosa
fábrica de cigarrillos. González Castillo escribió la letra de “Sobre el pucho”
y con ello ganaron los $ 500 del segundo premio. Piana se apresuró a llevar el
dinero al letrista, pero este se negó y el joven de 18 años se encontró dueño
de un dineral.
Otro
personaje del barrio fue Dante Linyera, con sus conocidas composiciones “Boedo” con música de Julio De Caro y “Florida de Arrabal” con
música de Ricardo Brignolo.
Y finalmente, Homero, poeta, político a quien
perdimos a los 44 años. Su primer tango fue “Viejo ciego” con música de Piana y
Cátulo, que fueron seguidos por más de 150 títulos, a cual más famoso.
Cofundador de “Artistas Argentinos Asociados”
escribió numerosos guiones de cine, como “La Guerra Gaucha”, “Su mejor alumno”,
“Pampa bárbara”, “Donde mueren las palabras” y “Pobre mi madre querida”.
Aníbal Lomba
CONTINUARÁ
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