CÉSAR TIEMPO (03/03/06- 24/10/80)
Autor: Prof. Ricardo Lopa
Israel Zeitlin -más conocido por su seudónimo, César
Tiempo (tiene relación con los orígenes de su apellido (Zeit en alemán
significa tiempo y lin es el verbo cesar).- nació en Ekaterinoslaw (actualmente
Dniepropetrowsk), Ucrania, el 3 de marzo de 1906. En diciembre de ese mismo
año, llegó junto a su familia a Buenos Aires. Su infancia transcurrió entre los
barrios Villa Crespo y San Cristóbal, donde concurrió a la Escuela Hebrea I.
Markman y a la Escuela Nacional de Artes.
Perteneció al Grupo literario de Boedo por oposición al de
Florida.
Los Nuevos es el
nombre de la colección de libros elegida por Antonio Zamora, director de la
Editorial Claridad (Boedo 837) para difundir la obra de aquellos a quienes
consideraba los flamantes valores de la literatura argentina,(Los Pensadores)
tal los casos de Elías Castelnuovo, Álvaro Yunque, Leónidas Barleta, César Tiempo, Roberto Mariani, entre
otros. Estos escritores (que van a formar el Grupo Boedo) se habían conocido en
la entrega de premios de un concurso de poesía organizado por el periódico “La
Montaña”. El objetivo era conformar una biblioteca de autores que desarrollaran
un arte realista, de crítica social y que privilegiasen la construcción de
personajes populares y escenarios marginales en un lenguaje simple y coloquial.
Estos escritores
(Los Pensadores -Grupo Boedo) venían de extramuros, de la suburra, que
pertenecían al populacho y representaban la periferia, el arrabal con todas sus
consecuencias: vulgaridad, sordidez, grosería, limitaciones, etc. Florida, la
obra; Boedo, la mano de obra…”
Su labor
intelectual
En 1926 aparece su primer libro de poemas llamado “Versos
de una...” cuya autoría esconde detrás de la personalidad literaria de Clara Beter, joven poeta y prostituta
rusa. El libro fue publicado con gran repercusión por Claridad, editorial y
revista del grupo literario Boedo, llevando al escritor a desenmascarar su
autoría.
El seudónimo César Tiempo, que mantuvo luego durante
toda su vida, Al año siguiente, junto a Pedro Juan Vignale, Tiempo organiza y
publica la Exposición de la actual poesía argentina (1922-27), exquisita
antología que incluye a los principales poetas de vanguardia de la década del
20 (como Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Raúl González Tuñón, González
Lanuza, Norah Lange, Luis Franco, Jacobo Fijman, Leopoldo Marechal, Conrado
Nalé Roxlo, entre otros).
César Tiempo recorrió todos los rincones del ambiente artístico, desde sus notas periodísticas publicadas en la prensa gráfica hasta adaptar guiones teatrales o cinematográficos para la televisión, pasando también por la radio, el cine y el teatro.
Mantuvo un mismo eje temático en casi todas sus obras, el judaísmo, pero mediante diferentes perspectivas, ya sea como un narrador fiel a las costumbres judías o denunciando la discriminación sufrida por los judíos en territorio argentino y en el resto del mundo, bajo un tinte humorístico muy particular. En 1935 escribió el folleto “La campaña antisemita y el Director de la Biblioteca Nacional”, en el cual denunciaba las novelas antisemitas de Hugo Wast, seudónimo de quien en ese momento se encontraba al frente de la Biblioteca, Gustavo Martínez Zuviría. Entre las obras literarias de Tiempo se encuentran libros de poemas como Libro para la pausa del sábado (1930), Sabatión argentino (1933), Sábado y poesía (1935), Sabadomingo (1937), Sábado pleno (1955), El becerro de oro (1973) y Poesías completas (1979).
Escribió libros en prosa los cuales, anteriormente, fueron publicados como artículos periodísticos en distintos medios gráficos. Por ejemplo, La vida romántica y pintoresca de Berta Singerman (1941), Yo hablé con Toscanini (1941), Máscaras y caras (1943), Cartas inéditas y evocación de Quiroga (1970), Florencio Parravicini (1971). Los libros Protagonistas (1954) y Capturas recomendadas (1978) son recopilaciones de entrevistas hechas por César Tiempo como periodista a distintas personalidades de la cultura y convertidas en biografías. Además tenía una columna en la revista Atlántida, donde se publicaban los reportajes hechos utilizando el seudónimo Full Time.
César Tiempo recorrió todos los rincones del ambiente artístico, desde sus notas periodísticas publicadas en la prensa gráfica hasta adaptar guiones teatrales o cinematográficos para la televisión, pasando también por la radio, el cine y el teatro.
Mantuvo un mismo eje temático en casi todas sus obras, el judaísmo, pero mediante diferentes perspectivas, ya sea como un narrador fiel a las costumbres judías o denunciando la discriminación sufrida por los judíos en territorio argentino y en el resto del mundo, bajo un tinte humorístico muy particular. En 1935 escribió el folleto “La campaña antisemita y el Director de la Biblioteca Nacional”, en el cual denunciaba las novelas antisemitas de Hugo Wast, seudónimo de quien en ese momento se encontraba al frente de la Biblioteca, Gustavo Martínez Zuviría. Entre las obras literarias de Tiempo se encuentran libros de poemas como Libro para la pausa del sábado (1930), Sabatión argentino (1933), Sábado y poesía (1935), Sabadomingo (1937), Sábado pleno (1955), El becerro de oro (1973) y Poesías completas (1979).
Escribió libros en prosa los cuales, anteriormente, fueron publicados como artículos periodísticos en distintos medios gráficos. Por ejemplo, La vida romántica y pintoresca de Berta Singerman (1941), Yo hablé con Toscanini (1941), Máscaras y caras (1943), Cartas inéditas y evocación de Quiroga (1970), Florencio Parravicini (1971). Los libros Protagonistas (1954) y Capturas recomendadas (1978) son recopilaciones de entrevistas hechas por César Tiempo como periodista a distintas personalidades de la cultura y convertidas en biografías. Además tenía una columna en la revista Atlántida, donde se publicaban los reportajes hechos utilizando el seudónimo Full Time.
Escribió para los siguientes medios gráficos
argentinos: La Nación,
El Hogar, Argentina Libre, La Prensa y Mundo Argentino. También colaboró con
periódicos de América Latina: Crítica, La Vanguardia, El Sol, El Radical,
Amanecer y América Libre. A los diecisiete años dirigió la revista Sancho Panza
(1923). En 1937 fundó la revista literaria Columna, desempeñándose como
director durante los seis años en que se editó. La relevancia adquirida por
esta publicación radica en el espacio brindado a la difusión del pensamiento de
distintos hombres de la cultura allegados al escritor, como Alberto Gerchunoff,
Stefan Zweig, Arturo Capdevila y Liborio Justo, entre otros. Tiempo fue
cofundador de la editorial argentino-uruguaya Sociedad Amigos del Libro Rioplatense, que llegó a publicar
ochenta títulos de los principales autores de los dos países. Además de
dedicarse a su trabajo como escritor y a su labor como editor, Tiempo
participaba activamente en distintas organizaciones culturales del país. Fue
socio honorario de la Sociedad Hebraica Argentina y del Club Honor y Patria,
fue Secretario de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), miembro del
Círculo de la Prensa, de la Sociedad General de Autores de la Argentina
(ARGENTORES) y de la Sociedad de Autores y Compositores de Música.
En la década del 30 comenzó a escribir sus primeros
guiones teatrales: “El teatro soy yo” (1933) estrenada por Mario Sofici en el
Teatro Smart, “Alfarda” (1935) en el Teatro Argentino y “Pan criollo” (1938)
representada en el Nacional. Estas obras tuvieron el mismo éxito que sus
primeros libros de poemas, logrando el interés de distintas productoras en
asociarse con él para nuevos proyectos. Uno de estos casos es el de “Pan
Criollo”, obra que se produjo en asociación con la Compañía Muiño-Alippi. Otros
libretos teatrales fueron: “Quiero vivir” (1941) estrenado por Camila Quiroga
en el Teatro Argentino, “Zazá porteña” (1945) en el Teatro Casino, “La dama de
las comedias” (1951) por Iris Marga en el Teatro San Martín, “El lustrador de
manzanas” (1957) por Luis Arata e “Irigoyen” (1973).
Luego de haberse consolidado como escritor, Tiempo
decidió tomar nuevos horizontes, como la radio y la cinematografía. Durante
la década del `50 escribió para las radios Belgrano, Prieto y Provincia de
Buenos Aires audiciones y radionovelas, sólo o en coautoría con Arturo
Cerretani. Sus actividades relacionadas a la cinematografía abarcaron desde la
escritura de guiones propios hasta la adaptación y traducción de obras de
diversos autores nacionales y extranjeros. Se desempeñó como guionista en 25
películas, de las cuales 11 fueron para el director de cine Carlos Hugo
Christensen, como “Safo, historia de una pasión” (1943), “La pequeña Señora de
Pérez” (1944), “Las seis suegras de Barba Azul” (1945), “La Señora de Pérez se
divorcia” (1945), “El canto del cisne” (1945), “Adán y la serpiente” (1946),
“El ángel desnudo” (1946), “Los verdes paraísos” (1947), “Con el diablo en el
cuerpo” (1947), “La muerte camina en la lluvia” (1948) y “Los Pulpos” (1948).
También realizó otros guiones como “Se rematan ilusiones” (1944), para el director Mario Lugones, “El hombre que amé” (1947) para Alberto de Zavalía, “Al marido hay que seguirlo” (1948) para Augusto César Vatteone, “Pasaporte a Río” (1948) para Daniel Tinayre, “Otra cosa es con guitarra” (1949) para Antonio Ber Ciani, “El muerto es un vivo” (1953) para Yago Blass, “Paraíso robado” (1952) para José Arturo Pimentel y “Donde comienzan los pantanos” (1952) para Antonio Ber Ciani.
También realizó otros guiones como “Se rematan ilusiones” (1944), para el director Mario Lugones, “El hombre que amé” (1947) para Alberto de Zavalía, “Al marido hay que seguirlo” (1948) para Augusto César Vatteone, “Pasaporte a Río” (1948) para Daniel Tinayre, “Otra cosa es con guitarra” (1949) para Antonio Ber Ciani, “El muerto es un vivo” (1953) para Yago Blass, “Paraíso robado” (1952) para José Arturo Pimentel y “Donde comienzan los pantanos” (1952) para Antonio Ber Ciani.
César Tiempo
tuvo un receso en sus escritos cinematográficos debido a la gran crisis en la
que se encontraba el cine argentino en la década del 50, uno de cuyos motivos
era la imposibilidad de conseguir celuloide para filmar. Retoma en 1961 con el
guión “Amorina” –escrito junto a
Hugo del Carril- para el director Eduardo Borrás.
Por los mismos años realizó una pequeña actuación en “Esta tierra es mía”, película de Hugo del Carril. En esa época se radica en Bruselas, Bélgica, donde vive hasta 1966. Una vez de regreso en la Argentina escribió el guión cinematográfico “Deliciosamente Amoral” (1969) para su primo y amigo Julio Porter. En 1975 junto con Ulises Petit de Murat realizó la adaptación del libro Las procesadas y también escribió el guión “No hay que aflojarle a la vida”, ambas películas dirigidas por Enrique Carreras. Tiempo falleció en Buenos Aires el 24 de octubre de 1980.
Por los mismos años realizó una pequeña actuación en “Esta tierra es mía”, película de Hugo del Carril. En esa época se radica en Bruselas, Bélgica, donde vive hasta 1966. Una vez de regreso en la Argentina escribió el guión cinematográfico “Deliciosamente Amoral” (1969) para su primo y amigo Julio Porter. En 1975 junto con Ulises Petit de Murat realizó la adaptación del libro Las procesadas y también escribió el guión “No hay que aflojarle a la vida”, ambas películas dirigidas por Enrique Carreras. Tiempo falleció en Buenos Aires el 24 de octubre de 1980.
“
Es tres nombres al mismo tiempo: César Tiempo, Israel Zeitlin y Clara Beter. En esa trilogía esconde o guarda su identidad, un escritor cuya trayectoria se vincula estrechamente con la ciudad de Buenos Aires, aun cuando su nacimiento data de 1906 en el pueblo de Ekaterinolav, Ucrania. Tiempo se ha dado un lujo casi inédito en nuestra literatura; dar vida a dos personajes a la vez. Sí, porque bajo el supuestro nombre de Clara Beter escribió aquél famoso libro de poemas “Versos de una…” cuyos conmovedores versos causaron conmoción en Buenos Aires, donde se alcanzaron a vender doscientos mil ejemplares…” (Revista Mercado, 7 de junio de 1979.)
Es tres nombres al mismo tiempo: César Tiempo, Israel Zeitlin y Clara Beter. En esa trilogía esconde o guarda su identidad, un escritor cuya trayectoria se vincula estrechamente con la ciudad de Buenos Aires, aun cuando su nacimiento data de 1906 en el pueblo de Ekaterinolav, Ucrania. Tiempo se ha dado un lujo casi inédito en nuestra literatura; dar vida a dos personajes a la vez. Sí, porque bajo el supuestro nombre de Clara Beter escribió aquél famoso libro de poemas “Versos de una…” cuyos conmovedores versos causaron conmoción en Buenos Aires, donde se alcanzaron a vender doscientos mil ejemplares…” (Revista Mercado, 7 de junio de 1979.)
“…Clara Beter, autora de Versos de una… libro
publicado por Editorial Claridad en 1926, en su colección Los Nuevos, prologado
por Elías Castelnuovo, firmante en esa ocasión bajo el seudónimo de Ronald
Chaves. Todos conocemos ya la verdadera identidad de la desconocida poeta,
supuesta prostituta judía rusa que hacía llegar sus versos a la redacción de
Claridad y que durante varios meses acaparó la atención del mundillo literario
rioplatense. César Tiempo, con el desenfado propio de sus veinte años, había
sido el autor de la broma, deslizando los manuscritos en la mesa de Castelnuovo
o haciéndolos llegar a la editorial vía postal…” (Aníbal Lomba. “De poetas, libros y libreros de Boedo”. JEHBBoedo. 2003)
“VERSOS DE UNA…
Este libro provocó el mayor escándalo literario de los años veinte (Editorial
Claridad 1926). Se trata de un libro de poemas apócrifos, en los que narra sus
desventuras una prostituta de origen ucraniano llamada Clara Beter – una invención
del joven poeta César Tiempo -, que conmovieron e incluso cautivaron a
prominentes hombres de nuestras letras.
Hubo escritores que llegaron a enamorarse de la
“desconocida” Clara Beter; otros que intentaron vanamente llegar a dar con
ella; y todos con el secreto deseo de redimirla. Roberto Arlt hasta llegó a
proponer que se le instalara un prostíbulo y, con lo recaudado, se instituyera
un premio literario para autores nacionales.
Gracias a los oficios de un amigo de Tiempo, Clara
Beter (que ejercía la prostitución en Rosario), se las arregló para que sus
poemas llegaran a la editorial Claridad, centro difusor del grupo de Boedo que
reunía a escritores que buscaban una literatura social, comprometida con las
clases populares.
Elías Castelnuovo fue el autor del prólogo (que firmó
con el seudónimo de Roland Chaves), en el que destacaba que “esta mujer se
distingue completamente de las otras mujeres que hacen versos por su espantosa
sinceridad “ … “Clara Beter es la voz angustiosa de los lupanares” Y agregaba,
aludiendo solapadamente al grupo de Florida, “…sus poemas son un paradigma
digno de oponerse a los nuevos poetas fanáticos de la imagen por la imagen”
La venta de este libro alcanzó cifras increíbles para
la época (200.000 ejemplares), provocando elogiosos comentarios tanto en
nuestro país como en el extranjero. Una vez develado el secreto; cuando se supo
que el autor de esos poemas era el joven César tiempo (tenía entonces dieciocho
años), la broma literaria no fue del agrado de Elías Castelnuovo, quien publicó
un artículo señalando que “la tal prostituta había resultado un prostituto” “El
prostituto era yo”, nos decía Tiempo, riéndose.” (Luis Alposta. Recordando a César
Tiempo.pág.18. JEHBBoedo. 2006)
Bibliografía: Revista Mercado, 7 de junio de 1979.- Aníbal Lomba.
“De poetas, libros y libreros de Boedo”. JEHBBoedo. 2003 -
www.elortiba.org. Luis Alposta. Recordando a César Tiempo.pág.18. JEHBBoedo. 2006.-
“Boedo: Orígenes de una literatura militante” L.Candiano – L.Peralta. Ediciones del CCC. Pág. 51
www.elortiba.org. Luis Alposta. Recordando a César Tiempo.pág.18. JEHBBoedo. 2006.-
“Boedo: Orígenes de una literatura militante” L.Candiano – L.Peralta. Ediciones del CCC. Pág. 51
Ricardo Lopa. lopa_ricardo@yahoo.com.ar
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