Antonio Zamora nació en Andalucía en 1896. Llegó a nuestro país en la tercera clase de un vapor lentísimo con el que cruzó el Atlántico.
Sus estudios llegaron al bachillerato, trabajando en distintos menesteres. Sus inquietudes espirituales lo llevaron en su adolescencia a frecuentar el periodismo y la bohemia. Lector incansable de todo lo que llegara a sus manos.
Probó diversos oficios. Ingresó al diario “Crítica” como corrector de pruebas, trabando amistad allí con los hermanos González Tuñón, Nicolás Olivari y Roberto Tálice.
El 30 de enero de 1922 inicia su aventura editorial publicando una colección de aparición semanal llamada “Los Pensadores”, con la idea de orientarla a la edición de literatura popular y con contenido social. En su primer número publica “Crainquebille” de Anatole France, el costo de estas publicaciones era de 0,20 ctvs., lo que se pagaba en cualquier lechería por un café con leche con pan y manteca.
En torno a él se conforma el Grupo de Boedo, una agrupación informal de artistas de vanguardia y quienes colaboran con él desde un primer momento son Elías Castelnuovo y Enrique Amorim.
Los padrinos virtuales de la editorial fueron sus amigos Juan B. Justo, Alfredo L. Palacios y Mario Bravo.
En 1925 se afilia al Partido Socialista, fue Concejal en Quilmes, Senador en la Legislatura de La Plata y miembro de la Convención Constituyente de la Provincia de Buenos Aires, en 1934.
Tuvo su primer escritorio en Entre Ríos 126, mudándose luego a Boedo 837, para tiempo después afincarse en San José 1641 entre Av. Juan de Garay y Av. Brasil donde construyó el edificio de la editorial, pues ya contaba con las maquinarias necesarias para sus ediciones, hasta ese momento daba el trabajo a otras imprentas.
En el año 1939 nace su hija Anabel.
Al llegar al Nº 100 de “Los Pensadores” que era casi un folleto, consideró que debía transformarlo en una revista nace entonces “Claridad”. El nº 1 salió en julio de 1926, Leónidas Barletta y Cesar Tiempo eran los secretarios, la última el nº 341 se publicó en 1941.
La lista de firmas que incluyó a lo largo de los 20 años en que se editó es inabarcable, en ella se ocupaban de artes, críticas, ciencias, política y sociología.
La revista fue también la voz del pensamiento de distintos países hermanos.
Antonio Zamora creó una red de libreros sudamericanos que recibían cada uno todos los títulos en firme. La distribución en firme era recibir unos pocos ejemplares ( dos, tres, cinco o diez ) en cuenta corriente, con la condición de no devolverlos, lo que le aseguraba cubrir los gastos de la edición.
La Editorial Claridad publicó un alto número de disciplinas: colecciones de textos literarios, científicos, políticos, teatrales, filosóficos, etc. Siendo un aporte a la instrucción popular y un esfuerzo muy importante para el progreso cultural de los argentinos que con pocos centavos podían formarse una interesante biblioteca.
La revolución de 1955 lo designó interventor en la empresa editora del diario “El Día” de La Plata cargo que desempeñó hasta 1957.
En los últimos años realizó varias compilaciones entre ellas un utilísimo “Digesto Constitucional Americano” en el que se reproducían todos los textos constitucionales vigentes entonces (1959) en el nuevo continente, con los antecedentes de las sucesivas reformas.
Falleció en Buenos Aires el 6 de setiembre de 1976.
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