domingo, 31 de agosto de 2014

PERSONALIDAD DEL MES


 José Manuel Estrada

Autor; Prof. Ricardo Lopa



Nació en Buenos Aires el 13 de julio de 1842. Huérfano desde muy joven, fue criado por su abuela, Carmen de Liniers.
Junto a otros pensadores y políticos defensores del pensamiento católico, como Pedro Goyena y Emilio Lamarca, se destacó en la historia argentina por su firme oposición al laicismo que caracterizó a la llamada Generación del 80 que gobernó el país entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Alcanzó a desempeñarse como diputado provincial.




Su primer maestro fue Manuel Pintos; luego estudió filosofía, teología, religión y humanidades en el Colegio de San Francisco, donde se forjó su fe católica, que defendería desde distintos ámbitos durante toda su vida.
En 1858, fue galardonado con el primer premio de un concurso de Historia del Liceo Literario por una obra relativa al descubrimiento de América. Este hecho fue el puntapié inicial para continuar su formación autodidacta en historia, que se cristalizó durante esos años en sus artículos periodísticos para La Guirnalda, Las novedades y La Paz.
En 1865, Estrada publicó Ensayo histórico sobre la revolución de los comuneros del Paraguay en el siglo XVIII, su primera obra claramente histórica y en el año 1866 se inició en la docencia en la Escuela Normal. Allí escribió las consagradas Lecciones de Historia de la República Argentina, compiladas más tarde en un libro que publicó la Revista Argentina, también creada por él.





Durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, Estrada fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores, y se le encargó la enseñanza de Instrucción Cívica en el Colegio Normal. En 1869 fue nombrado Jefe del Departamento General de Escuelas, cargo que desempeñó sólo durante un año.
El año 1871 marcó el comienzo de su actividad política: formó parte de la Convención Provincial Constituyente, encargada de redactar y sancionar la Constitución Provincial de 1874. En 1873 fue electo diputado por la provincia de Buenos Aires. Durante ese año, fundó el periódico El Argentino, en el que se publicaron muchos de sus estudios históricos.
En 1874, Estrada fue elegido para llevar adelante la Dirección de Escuelas Normales y el Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que había sido creada poco antes. Durante esos años, trabajó también como publicista y en el campo de la política se destacó como un orador brillante.

Entre 1876 y 1888 se desempeñó como Rector del prestigioso Colegio Nacional Buenos Aires.
Fue especialmente importante su actuación en el Congreso Pedagógico de 1882 donde sostuvo que la escuela pública común debía ser católica manteniendo un duro debate con Leandro Alem. Consecuentemente se opuso luego a la Ley 1420 de 1884 de enseñanza pública, gratuita y obligatoria, que estableció la escuela pública laica. También se opuso y representó la opinión del pensamiento católico, contra la Ley de matrimonio civil sancionada en 1888.
En 1885 fue designado presidente de la recientemente fundada Unión Católica. En 1888 volvió a ser elegido diputado nacional.
Enseñó Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad de Buenos Aires. Algunos de estos cursos, sobre el sistema federal argentino, el régimen municipal o la libertad de sufragio, fueron magistrales. Las versiones taquigráficas de dichas clases fueron posteriormente compiladas en la obra Curso de Derecho Constitucional. Se destacó como periodista, en la Revista la Unión, que dirigió junto a Pedro Goyena y Tristán Achával Rodríguez, donde defendió y argumentó sus posiciones contrarias a las reformas liberales de los gobiernos de esa época, cuyo principal representante fue Julio A. Roca y Miguel Ángel Juárez Celman, su sucesor y continuador.
Llevado por su posición contraria al liberalismo laico, se incorporó al heterogéneo arco opositor que integró la Unión Cívica.
Pese a toda su oposición y lucha no pudo evitar que se promulgaran las leyes de educación laica, el matrimonio civil y el registro civil pase a manos del Estado. Todos estos campos eran controlados por la iglesia y se oponían al espíritu de los artículos 14 y 20, de la Constitución Nacional Argentina, el primero abocado a la libertad de culto y el otro a la libertad de culto de los inmigrantes. La reforma lograda por la generación del 80 logró cumplir con este propósito.
En 1891 aceptó el cargo de Ministro plenipotenciario en Paraguay, donde falleció un 17 de setiembre de 1894. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.


En conmemoración de su muerte el día 17 de setiembre en Nuestro País se celebra el día del Profesor.


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