viernes, 27 de octubre de 2017

BOEDO EN LAS DÉCADAS DEL '20 y '30

  

Hablar de Boedo es como hablar de la familia, de los amigos, de la vida, de todo lo que nos rodea.

Hemos sido testigos del transcurrir del barrio que mantuvo el palpitar de su gente de trabajo, la visión de poetas, pintores, escultores, artistas y bohemios que transitaron sus veredas, sus empedrados desparejos, tejiendo miles de locas fantasías.

Boedo hoy, es el barrio que nació oficialmente para el catastro municipal recién en 1968 y que confirmara sus límites en 1972, pero que tiene renombre y es registrado desde fines del siglo XIX.





Los invitamos a hacer un ejercicio de imaginación, ubiquémonos en la ciudad de Buenos Aires a principio del siglo veinte, más precisamente en la década del  ‘20 cuando en un suburbio de San Carlos Sud, la calle Boedo que 30 años antes fuera el límite entre la ciudad y el partido de San José de Flores se integra a la capital. Es  cuando  los partidos de Belgrano y San José de Flores se anexan  a la ciudad. Calle que es empedrada en 1906, y que  identifica a un grupo de escritores que le dan trascendencia y reconocimiento al confrontarse con los escritores de Florida.





 Boedo no era entonces un barrio, era simplemente una calle que era parte de Almagro y San Cristóbal. Nos encontramos en una zona de casas chorizo, de estilo  italianizante, con grandes patios, fondos con huertas y en algunos casos gallineros, con tambos, grandes quintas que surten de frutas y verduras  y  hornos de ladrillos que abastecían a las construcciones del centro de la ciudad, con calles aún sin abrir con afincamiento de inmigrantes que llegaron al país desde aquella Europa con presagios beligerantes en busca de paz y nuevas oportunidades.




En la década del ’20 un grupo de escritores que en su mayoría no eran de Boedo sino que Boedo era de ellos, se plantearon la denuncia política y el compromiso social, como formas de expresión acusando al grupo de Florida de un esteticismo ajeno a los dramas de la humanidad. Los principios estéticos y políticos se dirimían adscribiendo al grupo Boedo cultor de la literatura social y el realismo o al grupo de Florida que encolumnados detrás de la revista Martín Fierro de Evar Méndez se identificaban con la búsqueda de nuevas formas literarias y jerarquizaban la estética.




A partir de 1922 / 23 estos escritores se nuclean en el llamado Grupo de Boedo. Una casa en Boedo 837 donde funcionaban 2 imprentas es la sede del grupo que se formó luego de un concurso organizado por el periódico “La Montaña” donde resultaron premiados Elías Castelnuovo; Leónidas Barletta, uno de los principales mentores del grupo; Roberto Mariani una de sus figuras más representativas; Álvaro Yunque un infatigable cuestionador del orden y los convencionalismos quien obtuvo una mención, y del que también participaron Cesar Tiempo y Manuel Rojas.






El 31 de enero de 1926 don Antonio Zamora funda la editorial Claridad, continuadora de “Los Pensadores” que había nacido en 1924 y fue una de las  publicaciones más importantes en la difusión del ideario social y humanista del grupo Boedo y en general de los escritores comprometidos con una literatura de denuncia social, en ella se dieron cita los escritores que a manera de manifiesto escribieron en sus páginas “La literatura no es un pasatiempo de barrio, no, es un arte universal cuya misión puede ser profética o evangélica”  
                                                           
 Don Antonio Zamora su director definía a Claridad como “Un magazine de arte, crítica, letras, ciencias sociales y políticas. La revista americana de los hombres libres”



En el predio de Boedo 837 funcionaba también la imprenta del gallego Manuel Lorenzo Rañó, junto a ellos en el 841 tenía su librería el catalán Francisco Munner quien tenía dos hijos Newton e Ideal.
Del ingenio de Munner  nació, para dar a conocer la literatura universal en 1920, “Las grandes obras” que vendía a 20 ctvs. Allí publicaba obras de Kropotkin, Barret, Gorki, Tolstoi, Ghiraldo, Zola, Marcusse y/ o Pietro Gori y entre ellos aparecían las obras de Rubén  Darío, Juan Pedro Calou, Elías Castelnuovo y /o Leónidas Barletta.









Entre 1920 y 1925 Munner y  Rañó interesan a Leónidas Barletta y Nicolás Olivari para iniciar la colección “Los realistas”. Uno de los lugares de reunión de estos escritores era el café “El Japonés” de Motokichi Yamakata en Boedo 873.





El grupo comienza a desmembrarse alrededor de 1928 /29





Veamos que pasaba entonces en este sector de la ciudad en esa época :  en 1926 se inaugura  el Cine Los Andes en Boedo 777; el 11 de noviembre de 1927 se inaugura la Biblioteca Miguel Cané en su primera sede en la Av. Independencia 3899, se construye el Cine El Nilo en 1928 en terrenos que fueron del acceso a la  quinta de Ballesteros., el 9 de julio de ese año se inaugura el Club Social Mariano Boedo, en la calle Boedo 736, ese mismo año Don Julio De Caro compone el tango Boedo con letra de Dante A. Linyera, el 5 de agosto de ese año  José González Castillo crea la Universidad Popular de Boedo, en octubre de 1928 asume la segunda presidencia Don Hipólito Yrigoyen,




En 1930 se produce el golpe de Uriburu que destituye a Yrigoyen, en ese año cae al Riachuelo un tranvía de la línea 105 donde mueren 56 personas salvándose sólo 4, fallece el escritor Paul Groussac, se inaugura el subte Lacroze (línea C)  entre Callao y Chacarita, aparece el periódico “El Zonda” que decía ser de la” República de Boedo”









En 1931 Severino Di Giovanni, que solía comer en la cantina de Gravigna en la calle San Juan 3564 y Paulino Scarfó, anarquistas, son fusilados en el penal de Las Heras.














En 1932 se inaugura el Mausoleo de Bernardino Rivadavia en la plaza Once de septiembre, una lluvia de cenizas cubre con una gruesa capa a Buenos Aires proveniente del volcán chileno Descabezado, es demolida la quinta de la familia de Don Carlos Guedes, el 30 de julio de 1932 Don José González Castillo crea en los altos del bar Biarritz la Peña Pacha Camac en Boedo 868 , el 18 de octubre de ese mismo año el Club Social Mariano Boedo inaugura su biblioteca siendo presidente del club Juan B. Grisolía, secretario Carlos Ranone y tesorero Pedro Ilarrás, quienes junto a los demás miembros de la comisión directiva firman una nota en el tomo primero del Diccionario Enciclopédico de 28 volúmenes que habían adquirido para dar con esta Enciclopedia  el inicio de la futura biblioteca, para director de la comisión de biblioteca en los años ’30 fue designado Antonio Guerra.





También en este año el 31 de diciembre  es la erección canónica de la única parroquia existente en esta zona  San Bartolomé en Chiclana 3647/59  parroquia erigida por Doña Juana González de Devoto en memoria de su esposo Don Bartolomé Devoto y que es inaugurada el 18 de noviembre de 1934.

Este mismo año es fusilado en Turón , Asturias, España, Héctor Valdivielso Sáez,  San Héctor, el primer santo argentino.








El 24 de junio de 1935  muere Carlos Gardel en Medellín Colombia, al siniestrarse el avión en el que viajaba.
El 6 de diciembre de este año  la Biblioteca Miguel Cané se muda al edificio de Carlos Calvo 4319, junto con la Hemeroteca que ocupa los predios de Carlos Calvo 4311/15/17.



l 23 de mayo de 1936 se inaugura el Obelisco en el predio que ocupara la iglesia de San Nicolás de Bari , lugar donde se enarboló por primera vez la bandera creada por Manuel Belgrano.
El 21 de noviembre de ese mismo año  aparece el primer número del Periódico  Quincenal “Boedo” que dirige Don Pablo P Gianotti, periódico que se publica hasta 1958.




El 12 de octubre de 1937 ae inaugura el primer tramo de la Av. 9 de Julio, 10 días más tarde el 22 de octubre  fallece en su casa de Boedo 1058, Don José González Castillo.







En 1940 el club Mariano Boedo adquiere el predio de San Juan 3545 y se muda junto con su biblioteca, la que es inaugurada para el público el 6 de junio de 1942 con aproximadamente 3.000 volúmenes. El presidente de la biblioteca Sr. Joaquín Pérez pronunció en el acto unas  breves palabras. Funcionaba todos los días de 17.00 a 19.00 hs. El 3 de mayo de 1954 la CONABIP le extendió el diploma que la reconoce como Biblioteca Popular desde el 18 de octubre de 1932 acordándole los beneficios que otorga la ley 419.

Fueron sus bibliotecarios a lo largo de sus casi 60 años Sr. Juan Portiglia, Sra. Haydee Delfino, Sra. Beatriz Ricchinni, Sra. Elina Lacay, Srta. Buontempo, Srta.  Elsa Portiglia, Sr. Erasmo Figueroa y la última la Sra. Beatriz Clavenna de Ferraro.




Toda la vida de Boedo transcurre en una sola calle de Independencia a San Juan y sobre una sola acera, la del poniente donde se apiñan circos, glorietas, cafés, cines y teatros.


La vida de Boedo fluye plácidamente en la mesa de los cafés cordiales y acogedores como el Dante, El Japonés, El Aeroplano y el Biarritz.

Corazón y espíritu fueron las cosas que el Boedo auténtico cultivó con más empeño y aún hoy exhala como un perfume, un vaho sutil y misterioso que se mete en el alma y el corazón y los hace vibrar.

Alicia N. Rodríguez
Carlos Kapusta



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